Lesbiana, adoptada, pobre, hija de una madre pentecostal... El libro de la Winterson es la narración, las memorias y, sobre todo, el lenguaje del amor ausente, una rememoración del sufriente teatro, reproche a los padres, de la no enseñanza del amor. Theo Angelopoulus, en "La eternidad y un día", le pregunta a su madre por qué no nos enseñan a amar. La Winterson le pregunta y se pregunta por qué la pérdida es la medida del amor.