Eso es una ley de las matemáticas, las cuentas dan cuando hay, cuando no hay los números son rojos o negativos, es decir solo podré disponer de lo que hay.
En tu cuenta de banco solo dispones de lo que hay y no puedes usar más allá de lo que dispones a menos que lo amarres a una garantía.
Lamentablemente lo que se supone sea algo muy lógico nos muy potable ante las mentes colectivas.
A menudo aspiramos a recibir lo que no hemos sembrado y a dar de lo que no tenemos.
Abundan consejeros que no aplican sus filosofías; vendedores que no compran o consumen sus productos y adivinos o brujos que prometen riqueza y opulencia desde la miseria y la escasez.
No podemos de manera honesta y sobre todo sustentable dar lo que no tenemos , aunque algunos charlatanes insistan en ofrecer lo que no tienen. La vida no es compatible con tamaña incongruencia.
Aprendamos a cultivar y sembrar aquello que fuimos llamados a entregar.
Cuida lo que dejas entrar a tu corazón, pues de allí surge la vida es un consejo tan valioso como milenario y celestial.
Cuando cuidamos lo que entra en el corazón, nos imaginamos una simbiosis de mente y cuerpo que debemos mantener a tono con la vida .
Hay pensamientos , ideas y alimentos, así como personas y filosofías que son más compatibles con la muerte y la toxicidad.
Huye del chisme y la murmuración que pueden contaminar tu corazón , si no lo haces puedes terminar dando de eso que tienes, alejándote y promoviéndolo que no conviene.
Si cuidas lo que llevas por dentro y te sintonizas con lo que Dios ya puso en ti podrás agrandar esa buena semilla y dar de lo que tienes.
Cuando cuidas lo que Dios te dio , cuando cultivas ese llamado ese querer y lo potencias desde el,hacer serás un pronto de la vida, La Paz y la verdad, un reflejo de eso que llaman la luz admirable.
