Mujer lúcida, comprometida, aguda. Sentó las bases de un feminismo ético, de lucha sin victimismos, autocrítico y radical. Nos quedan sus letras, sus libros... su pensamiento generoso. A Rosario Castellanos hay que recordarla y celebrarla todos los días. Para ello, dos poderosos poemas en la voz de Sandra Lorenzano, quien también revisa la trayectoria de esa chiapaneca inmensa.