Corre
Corre, te ruego que corras como nunca, corre con esa velocidad que te regala la adrenalina. Más vale que se te acaben las suelas de los calzados que a que se te acaben los sueños por no correr de todas esos deseos negativos, de esas frases que vienen como ondas de ruido a tus oídos (No sirve de nada que lo hagas) (Solo haces el ridículo) (Solo perderás tiempo) (No desperdicies tu vida en boberías) (Deja de sonar y dedícate a lo que tu padre) (Nadie creerá en ti). Corre de esas palabras que vienen disfrazadas como ángeles pero son ángeles de la oscuridad, pídele a Dios una tras otra inhalada de oxigeno en potencia para tus pulmones, pero por favor no te quedes ahí. En ese lugar donde te crucificaran por aun creer en los sueños, por aun creerle a Dios. Acábate mil tanques de inhaladores pero corre, corre como esas veces de niño que creías que un fantasma te correteaba pero corrías tan fuerte que creías haberle ganado, que sabias que si te quedabas te atraparía y te llevaría a la oscuridad. Corre tan fuerte hasta que a lo lejos escuches esas voces con espada de doble filo, esas voces angelicalmente diabólicas. No pierdas velocidad por que si pierdes velocidad entonces lo perderás todo. Si sientes miedo, terror, horror, ansiedad, no te preocupes ya entenderás todo al llegar a la meta. Pero por favor corre, si se te resecan los huesos de las piernas de tanto correr entonces acéitalas con sangre y sudor pero no te pares. Tal vez te van a querer tomar el paso y alcanzarte para destetunar esa ambición y ganas de cumplir ese sueño pero si te toman de la camisa entonces quítatela y déjaselas pero corre más fuerte. Si es demás que ya perdiste las fuerzas entonces gatea pero lo más fuerte, el punto es que no te quedes ahí. Jamás entenderás por que existen personas tan malas y lo mas pasante es que ni ellas mismas lo saben, están atrapadas en su mediocridad y lamentablemente jamás se darán cuenta. Solo te pido que no dejes de correr, recuerda eso por lo que tanto te has esforzado, eso por lo que tanto has trabajado, eso por lo que estarías dispuesto a luchar a sangre y espada, todos esos recuerdos incrústalos en tu espalda y pídele a Dios que prenda la mecha para que como propulsores te eleven la velocidad y puedas llegar a la meta para cuando hallas llegado grites tanto que las cuerdas vocales se te revienten de la emoción, que retumbes los planetas con las vibraciones de tu corazón, que hagas un baile de felicidad y se descontrole todo el ecosistema de una manera inefable. Antes de terminar este mensaje solo te pediré una cosa, cuando llegues a la meta procura que los corredores que venían atrás de ti también lleguen a la meta.
