REFLEXIÓN DOMINICAL
Domingo II de adviento
Ciclo B
6 de diciembre de 2020
“¡Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice su Dios! Hablen al corazón de Jerusalén” (Is 40, 1-2) Porque el adviento le habla al corazón. Lo mueve a reavivar en él su esperanza para continuar la espera y celebrar el misterio de Dios que se hace hombre y se manifiesta con luz en un mundo que no ve a causa de las tinieblas del pecado y el error.