Este devocional reflexiona sobre cómo los cristianos viven en un entorno secular, pero están llamados a no conformarse a los valores del mundo. Aunque estamos físicamente en él, nuestra verdadera ciudadanía está en el cielo. A través de esta reflexión, exploraremos cómo ser luz y sal en la tierra, manteniéndonos firmes en la fe mientras navegamos por una cultura que a menudo desafía o ignora los principios bíblicos.