Los acontecimientos mundiales nos llaman a reflexionar y a mirar con seriedad las señales de los tiempos. Así como en los días de Noé, muchos vivían sus vidas con normalidad ignorando las advertencias. Este devocional nos invita a no endurecer nuestro corazón, sino a estar atentos, vigilantes y preparados para la Segunda Venida de Cristo. Que no nos sorprenda el cumplimiento de la Palabra, sino que nos encuentre haciendo la voluntad de Dios.