En este devocional, se exploran las características de un “oído abierto” desde una perspectiva espiritual, destacando su importancia en la recepción de la palabra y la dirección de Dios. El oído abierto no solo capta el sonido, sino que también lo comprende y actúa en consecuencia. A través de ejemplos bíblicos y experiencias personales, se nos anima a abrir nuestros oídos espirituales para ser más receptivos a las enseñanzas y guías divinas, destacando cómo esto puede enriquecer nuestra relación con Dios y con los demás. Este enfoque no solo mejora nuestra vida espiritual, sino que también fortalece nuestras interacciones y comunicaciones diarias.