Nuestros mandatarios, de Calderón a Peña Nieto, pasando por AMLO, se asumen como humanistas, cosa que no pasaría de ser una anécdota si no fuera por el enorme error de rigor conceptual en el que caen al calificarse de tal manera.
Convendría saber cuáles son las razones por las que se perciben de tal manera ¿Será ignorancia? ¿Será dolo? ¿Será megalomanía? O simple y llanamente perversidad.
Al asumirse como humanistas, no se ven a sí mismos como funcionarios públicos que cumplieron o no con su responsabilidad, en vez de esto creen haber sido “buenas personas”
Por otro lado, cabe reflexionar sobre el papel de los medios de comunicación en la generación, promoción y expansión de los fundamentalismos, pues no nos ayudan a comprender la realidad.