El Nombre Divino Al-Mughnī, aquel que enriquece, despierta ante todo la cualidad de la satisfacción en el corazón, porque la verdadera riqueza se expresa en la satisfacción. Uno puede enriquecerse a través de los bienes materiales, y este es el concepto común de riqueza. Uno puede enriquecerse a través del conocimiento, y esa es una forma preciosa de riqueza. También se puede enriquecer a través de la satisfacción y la liberación del apego. Sin embargo, la mayor riqueza se encuentra en el corazón del creyente.
¿Y qué es la verdadera pobreza? La verdadera pobreza es codicia y avaricia. Es este demonio invisible que nunca deja el corazón en paz. Es el sentimiento que nunca deja saciarse. Confía en Allah y mantén tu dignidad a través de la satisfacción, la paciencia y la gratitud. Actúa y habla de tal manera que seas sincero sin herir los sentimientos de los demás a través de tus palabras o hechos.
Esta tierra es el lugar de las experiencias y de conocerse a uno mismo. Es el lugar donde admitimos un color. Curiosamente, en árabe, la gente pregunta: "¿Cómo estás, cuál es tu color?" Y el color de un ser humano se conoce por la forma en que trata con lo que le pertenece: los bienes materiales que se le han dado, el tiempo y, sobre todo, la Creación -y la Creación empieza por uno mismo.
Verdaderamente enriquecidos son aquellos a quienes se les ha dado conocimiento, sabiduría y fe.
Cualquier cosa que se nos dé, cualquier situación en la que nos encontremos, siempre es una oportunidad. A algunos de nosotros se nos dan riquezas materiales, con el peligro de la arrogancia. A otros se les da la pobreza, con el peligro de la duda y la queja. Agradecimiento y generosidad en el primero, confianza y paciencia en el segundo, unen escasez y abundancia. Allah ayuda a aquellos que están dispuestos a cambiar sus estados y a ellos mismos. Todo está conectado, porque todo lo que hacemos tiene consecuencias. Así que siempre haz la pregunta: "¿Puedo, puedo, debo, oh Allah?" antes de emprender cualquier cosa.
“ Quien quiera recorrer el camino de la riqueza debe volverse generoso.”