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Description

Por fuera, este Nombre Divino lleva la cualidad de la majestad, y, oculto en su interior, lleva la cualidad
de belleza. La majestad abarca lo que es poderoso, abrumador y asombroso. La belleza abarca la bondad, la entrega, el amor y la paz interior. Los Nombres Divinos llevan invariablemente ambas cualidades, pero a veces la belleza es más evidente, a veces la majestad.

Cuando repites este Nombre Divino, tu corazón comienza a temblar violentamente y sientes como si fuera a salirse del pecho. Está oprimido por el miedo, un miedo tan profundo como la confianza básica. En ese momento de disolución, se manifiesta la misericordia divina, se abren las cualidades de la belleza divina, y el corazón se vuelve más confiado y más tranquilo que antes. Así es como el temblor es fuente de paz. Porque todo trata siempre de sanar el corazón.

Al Muntaqim es la gran campaña vengadora contra nuestro propio egoísmo, contra esa fuerza adormecedora que nos lleva a vernos sólo a nosotros mismos, aislados de la Unidad y de la conexión de todos los seres, envueltos en la autocompasión. Es la lucha contra el letargo, la estrechez de miras, el racismo, la arrogancia, los prejuicios y la falta de conciencia que amenazan constantemente con atraparnos de nuevo.
…. Controla tu ira, perdona a aquellos que han sido injustos contigo, conecta y une aquello que se ha roto, ejercita el amor y el conocimiento donde gobierna la ignorancia y, al hacerlo, mantén siempre el rostro de Alla en tu corazón. Él es la Realidad Eterna.
…. Utiliza este nombre para borrar de tu corazón todo lo que te parezca superficial o antinatural, incluso aquello
que has adoptado para complacer a otros. Libera tu verdadera naturaleza para que puedas reconocer
lo Divino en ti. Mira hacia afuera, a las situaciones, eventos y relaciones en tu vida, luego vuelve tu mirada hacia dentro y observa si las impresiones y las voces que hay en ti provienen de tu yo profundo o si son
ajenas, adoptadas, y no te corresponde a ti lidiar con ellas. Anclate en tu ser esencial. Observa la situación de tu vida con el ojo de tu corazón. ¿Qué puede ajustarse, purificarse y abandonarse? ¿Qué aspecto tiene tu casa interior y cómo puedes dar a las cosas el lugar que les corresponde, teniendo en cuenta el sentido y el objetivo de tu vida?. Honra el espacio de tu corazón y trata tu alma con amor y respeto. Deja que los vientos del respeto y la dignidad fluyan por tus pulmones.
… Que siempre tengas la fuerza para transformar tu venganza en compasión, la injusticia cometida en justicia, y el distanciamiento en afecto; al hacerlo, que tu corazón esté siempre vuelto hacia Alá.

El mayor enemigo de la humanidad es el egoísmo
porque todo mal proviene del egoísmo.