Allah es la presencia de todos los nombres. Allah es el nombre del Ser Absoluto que abarca todos los demás Nombres Divinos. Allah es la Realidad Divina que todo lo contiene. Los Nombres Divinos fluyen del único Ser Divino, en unidad con Él y llevándolo dentro del mundo manifestado.
El significado esencial de Allah es el amor profundo y apasionado, y todos los demás Nombres Divinos son diferentes aspectos de este Amor Único. Los 99 Nombres Divinos nos fueron dados para ayudarnos a abrirnos paso hacia nuestra verdadera naturaleza y hacia la fuente, el origen, de toda existencia. En términos generales, cada Nombre Divino funciona en dos niveles: nos acerca a lo Divino y nos ayuda a acercarnos a nuestro verdadero yo, a nuestra verdadera naturaleza.
Allah anhelaba hacer visible Su ser en un ser que lo abarcaba todo: el mundo. Los Nombres Divinos fluyeron de Su ser a las manifestaciones, y éste fue el comienzo de una historia de anhelo entre el Creador y la criatura. En las profundidades de nuestro ser yace una chispa divina que contiene todos los Nombres Divinos. Este es el lugar de la paz interior y la sumisión. Sin embargo, al enviar los Nombres Divinos a el mundo de las manifestaciones, Allah eliminó la paz del mundo para que ahora se arremoline en busca de lo Divino, mientras que los seres humanos buscamos la paz interior, entre la tranquilidad interior y la inquietud exterior, la tranquilidad exterior y la inquietud interior.
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Allah es el nombre más grande y magnífico del Único, el Señor y Creador de los mundos, a quien nada ni nadie puede compararse, que envió Sus revelaciones a los seres humanos, entre ellos Noé, Abraham, Moisés, Jesús y Muhammad -la paz sea con todos ellos-.
Los Nombres Divinos y sus atributos llegan a la existencia a través de nuestra mente perspicaz. Sin embargo, sólo hay una verdad, de modo que las cualidades de un nombre se encuentran en los otros de alguna forma. Sólo puede ser así porque la verdad es una, y aunque esta unicidad conlleva la cualidad externa de diferenciación, hay reciprocidad, una correlación, una omnipresencia.
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Oírnos a nosotros mismos cuando repetimos Allah en voz alta nos da la fuerza para disolver la ilusión de la separación, la idea fija que tan a menudo se convierte en obsesión, para que podamos captar la fragancia que nos conecta con nuestra propia esencia, curando las heridas de la separación y el aislamiento. La corriente de la Unidad elimina las obstinadas barreras de la separación, llevándonos al núcleo donde la eternidad palpita en nosotros y donde estamos llenos de las cualidades divinas. Nada puede disolver la ilusión de la separación como el poder del amor extático a través de Allah.
Cada Nombre Divino puede ser recitado junto con Allah. Jesús también utilizó la palabra aramea Alaha para referirse a Dios.
Todo comienza con los tesoros escondidos en este nombre.
"El perfecto conocedor Le reconoce en todas las manifestaciones en las que se revela y en toda forma en la que se muestra"
-Ibn al-'Arabi
"Y cuando el viaje hacia Dios llega a su fin, llega el comienzo del viaje infinito en Dios"
-Iqbal
Del libro de DIVINE NAMES.
Traducción realizada con la versión gratuita del traductor DeepL.com