A veces, en medio del caos y la confusión, es necesario detenerse y recordar que en la tempestad es donde se forjan los corazones más fuertes.
Cada desafío, por más oscuro que parezca, es una oportunidad para crecer, aprender y transformarnos.
Es en los momentos de mayor dificultad donde descubrimos nuestra verdadera fortaleza y nuestro potencial ilimitado.
Así que respira profundo, ten fe en ti mismo y recuerda que incluso en la oscuridad más profunda, siempre habrá una luz esperando a ser hallada.