Todos los días estamos condicionados por las expectativas de los demás. Todos esperan algo de nuestra atención, nuestro tiempo y nuestra vida y eso, muchas veces nos impide enfocarnos en lo más importante… nosotros mismos. ¿Te imaginas poder desaparecer durante 90 días para reconectar contigo mismo y con tus metas? Hoy te compartiré tres consejos muy sencillos para aprovechar ese tiempo como catalizador de cambios significativos en tu vida.