Desde las antiguas filosofías se ha inducido al ser humano a conocerse a sí mismo y a hacerse dueño de sus emociones, en lo cual los orientales nos llevan ventaja. Hoy se hace más importante hacernos conscientes de cómo este viaje al interior de nosotros mismos nos ayuda al autoconocimiento, al autocontrol y también a acceder a la información de experiencias pasadas.