Hablar de la muerte es fácil, estamos acostumbrados a bromear sobre ella, pero vivir realmente con la consciencia de la muerte no es tan sencillo, menos cuando te ocurre en carne propia.
Al pensar en la muerte de un ser tan querido como fue la reciente muerte de mi madre, me hace ver las cosas muy diferentes.
Por instantes me confundo, no sé cuál es el sueño, si la vida o la muerte. Por momentos pienso qué es la muerte, ¿pero acaso no sería la vida el sueño? Aunque la muerte también es un sueño, aunque visto de diferente manera ya que la muerte no existe. No soy el cuerpo, soy eterno, ¿lo entiendes?
La única posibilidad posible es la muerte. Podemos ser abogados o arquitectos, tener salud o enfermedad, tener familia o no, viajar o quedarte en casa. Todas esas son posibilidades posibles, pero la única que de seguro te ocurrirá es morir. ¿Pero la muerte existe en realidad?
si somos seres espirituales, entonces solo el abandonar el cuerpo es lo que llegará.
Pero no lo entendemos y muchos de nosotros vivimos con miedo a la muerte, pero lo único que hay de cierto es que quien vive con miedo a la muerte, vive con miedo a la vida.
Por lo tanto, es muy importante cambiar nuestra visión sobre la muerte, porque así cambiaremos nuestra manera de vivir.
Khalil Gibran dice “¿Qué es dejar de respirar, sino el liberar el aliento de sus inquietos vaivenes para que pueda elevarse y expandirse y, ya sin trabas, buscar a Dios?
Te dejo en este post la conversación tan interesante que sostuve con mi invitado José Antonio Ramírez sobre el sueño de la vida y la muerte y lo importante que es vivir en el presente, resolviendo tus situaciones ahora… no dejarlas para después, ya que el después nunca sabemos si llegará.