San Lucas 1, 39-48. Nuestra Señora de Guadalupe.
Era un sábado de 1531 a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que residía a la ciudad de México a asistir a sus clases de catecismo y a oír la Santa Misa. Al llegar junto al cerro llamado Tepeyac escuchó una voz que lo llamaba por su nombre. Era la virgen de Guadalupe.