San Juan 3, 16-21
En el diálogo con Nicodemo, en medio de una íntima conversación, en el silencio y
soledad de la noche, Jesús llega todavía a una mayor profundidad en la
revelación de su persona y de su propio misterio. Junto a este encuentro entre
Jesús y Nicodemo. Jesús le dice
“El que cree no será condenado”
“El que creeen mí no será condenado”. “… para que
todo el que cree en mí tenga vida eterna”. “Que no perezca ninguno de los que
creen en mí”. Las alusiones a la fe son claras y manifiestas.