San Mateo 9,14-15
En la tradición de la Iglesia católica, el ayuno siempre ha sido una herramienta que nos permite acercarnos más a Dios.
Privarnos de algún alimento, de algún bien nos ayuda a crecer, en el seguimiento de Jesús y dispone nuestra alma, a nuestro espíritu para poder rezar con mayor facilidad y poder entrar realmente en contacto con Jesús.
En este tiempo de cuaresma, es fundamental el tema del ayuno. Cada vez que hablamos de ayuno, es importante tener en cuenta con que espíritu se hace el ayuno, que es lo que nos mueve a ayunar.