Juan 20, 2-8
En este pasaje nos encontramos con la figura de Juan, el
discípulo amado de Jesús. Juan es un testigo creíble de la Resurrección, ya que
él mismo vio y creyó en lo que había sucedido.
Juan, como apóstol y evangelista, fue cercano a Jesús
durante su ministerio terrenal. Él escuchó sus enseñanzas y presenció los
milagros que realizó. A través de su evangelio, Juan nos transmite su
experiencia y nos invita a creer en Jesús como el Mesías, el Hijo de Dios.