San Juan 18,
1-19, 42
Entre estas
lecturas y la oración que haremos por todos los hombres, antes de venerar
solemnemente la imagen del Crucificado, detengámonos unos momentos para dejar
que el mensaje de Dios penetre más en nuestro corazón.
Todos estamos familiarizados con la señal de
la cruz. A muchos de nosotros nuestras madres nos enseñaron de pequeños hacer
la señal de la cruz. Quizás fue nuestra primera plegaria silenciosa... Pensemos
qué significa ahora para nosotros ese gesto, iluminados por el anuncio de la
Pasión de san Juan y las otras lecturas que se han proclamado.