Marcos
3,7-12
Este pasaje
nos invita a reflexionar sobre la actitud de Jesús frente a la fama y cómo
nosotros podemos aplicar su ejemplo en nuestras propias vidas.
Jesús, a
pesar de realizar grandes obras y milagros, no buscaba la fama ni los aplausos.
Su objetivo principal era dar vida y abundancia a todos aquellos que lo
necesitaban. Sin embargo, debido a su poder y los testimonios de aquellos que
habían sido sanados, su fama se extendió rápidamente y muchas personas
comenzaron a seguirlo de todas partes.