El Capitalismo Consciente requiere tener muy claro cuál es nuestro propósito como organización. Un capitalista consciente deja de lado sus necesidades personales para ponerse al servicio de una causa mucho más grande que el mismo, contribuyendo a una causa para volver ese mundo un mundo mejor. Las organizaciones conscientes usan los recursos y el dinero como un medio y no como un fin en sí. La rentabilidad de un negocio le da sostenibilidad para seguir mejorando el mundo en el tiempo.