Un nuevo idioma
El día de Pentecostés los apóstoles hablaron un nuevo idioma.
¿Qué era este nuevo lenguaje?
Era el lenguaje de la paz más que el de la guerra; el lenguaje de la cooperación en lugar de la competencia; el lenguaje del perdón más que de la venganza; el lenguaje de la esperanza en lugar de la desesperación; el lenguaje de la tolerancia en lugar del fanatismo; el lenguaje de la amistad más que de la hostilidad; el lenguaje de la unidad más que de la división; el lenguaje del amor más que del odio. Por el don del Espíritu, personas de diferentes lenguas aprendieron a profesar una sola fe, para alabanza y gloria de Dios. Ese es el verdadero milagro de Pentecostés, y es un milagro que, afortunadamente, todavía sucede.