Este pasaje de la escritura nos enseña cómo Cristo Jesus, siendo en forma de Dios, se despojo a sí mismo.
Siendo igual a Dios, tomo forma de siervo y se despojo, se limito a sí mismo.
Y quisiera que te preguntes: ¿De que debo despojarme en este día? Dolor, orgullo, arrogancia. Despójate y llénate del Espíritu Santo.