¿Cuántas veces cediste en una negociación porque sentiste que si decías que no, todo se caía?
Eso se llama ‘miedo a perder’. Y es el peor enemigo de un negociador.
La solución es simple: hacé que el otro piense que también puede perder. Preguntale: 'Si esto no se da, ¿qué vas a hacer?'. No solo te da información, también equilibra la mesa.
¿Lo habías pensado así antes?