La comunicación es el pilar del liderazgo efectivo. Pero, ¿cómo enfrentamos esas conversaciones difíciles que pueden marcar la diferencia?
Primero, preparate: analizá la situación, identificá el objetivo y pensá en el impacto que querés generar.
Segundo, escuchá activamente. Mostrá interés genuino en las ideas y emociones de la otra persona. Evitá interrumpir y asegurate de comprender antes de responder.
Tercero, enfocá el feedback en el crecimiento. Sé claro, específico y constructivo. Usá frases como: ‘Esto funcionó bien porque…’ o ‘Podríamos mejorar si…’. Recordá: no es crítica, es una oportunidad para crecer.
Enfrentar una conversación difícil con empatía y claridad no solo resuelve conflictos, también fortalece la confianza en tu liderazgo.
La próxima vez que enfrentes un desafío comunicacional, recordá: escuchá, construí y avanzá. Esa es la base de la comunicación efectiva.
Convertí cada conversación en una oportunidad de liderazgo.
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