En los 80 's, los cómics pasaban de las aventuras clásicas de tener un villano a la semana y hacer crossovers entre nuestros personajes favoritos a la deconstrucción y humanización del héroe. En el cine, las historias originales nos mostraban las posibilidades del futuro, objetos que cobraban vida y la incertidumbre acerca de la vida en otros planetas.
Uno de esos soñadores era George Lucas, en su búsqueda de explorar nuevos mundos, se “atrevió” a realizar una adaptación de un cómic de una popularidad media, el elegido sería Howard The Duck.