Andrés Felipe Vanégas Londoño, alias ‘Uriel’, con 25 años de trayectoria delictiva en el ELN, tenía en su contra una orden de captura por homicidio agravado, secuestro agravado y rebelión y era uno de los objetivos de alto valor de las autoridades. Por información que condujera a su captura o neutralización se ofrecía una recompensa de hasta 500 millones de pesos.