La Gracia de Dios es un Don o Favor inmerecido que recibimos mediante Jesucristo, Pues él es libre de manifestar su amor a quienes él quiere,
Desde el inicio hasta el final de nuestra vida Cristiana, somos sostenidos por su Gracia Divina.
Solo en Jesús hay Gracia, Abundantemente y Suficiente para todos nosotros, pues él es la Fuente de toda Gracia.
Que nuestro primordial deseo sea crecer en la Gracia del SEÑOR y en el conocimiento de nuestro Salvador. (2Pd 3.18)
Pues su gracia es abundante para con nosotros al recibir GRACIA SOBRE GRACIA...