Nativo de la vereda Soledad Curay del Consejo Comunitario ACAPA, este hombre creció en medio de la ensenada de Tumaco, con sus playas, manglares, bajos, esteros y jornadas de pesca. Allí Onésimo también aprendió a preparar panela de coco, el rayao y la conserva. Luego, estos maestros del dulce le enseñaron a destilar la caña y convertirla en charuco y guarapo. “Siempre trabajamos en el núcleo familiar, este saber lo heredamos toda la familia, somos cinco hermanos varones y todos aprendimos a destilar charuco o viche como se conoce en otras regiones. Con los renacientes lo seguimos haciendo igual, para que queden con el legado y se mantenga la tradición y la cultura tumaqueña, en especial de La Ensenada”, comenta Onésimo.