Cuando nos dicen que vamos a ser padres, más allá del vértigo que nos viene al pensar en la responsabilidad, hay dos premisas que aparecen en la mayoría de los casos. Una es que lo vamos a hacer mejor de lo que lo hicieron nuestros padres y que no les faltará nada. Pero sin duda no es bueno dar a los hijos todo lo que piden, aquí te explico por qué.