Las grandes historias son para contarse, sobre todo en un pueblo perdido en el norte de Alemania donde he tenido la suerte de conocer y reunirme con personas únicas. En esta comunidad internacional se encuentra gente de todos los tipos y tamaños, con las ideas más locas los cinco continentes. Todos unidos por la misma pregunta “cómo has llegado hasta aquí.” El resultado: muchísimas anécdotas, risas y lecciones de vida.