El mes pasado en cuarentena Dios me enseño que estar aislado y que te tengan como infectado es una de las peores sensaciones, no puedes abrazar, no pueden saludarte, no quieren acercarte a ti, pero había alguien que se acercó a un leproso.
Este leproso sabia que era ser despreciado y que le miraran mal, sabia que era el rechazo, anhelaba el contacto, la lepra era una de las enfermedades mas contagiosas y temidas en esos tiempos, Jesús pudo haber orado o dicho una palabra, pero hizo más que eso, con sus manos simplemente le tocó, y quiere hacerlo contigo. Usa tus manos para la gloria de Dios.