Robert-François Damiens fue el autor de un intento de asesinato contra el rey Luis XV de Francia. Fue por esto condenado a la pena más cruel que se aplicaba: quemado y después descuartizado, el castigo en Francia para los regicidas.
El 28 de marzo de 1757 la sentencia fue cumplida en la plaza de Grève, en esas condiciones particularmente atroces. El suplicio duró horas. Se dice que cuando lo despertaron y lo sacaron de la celda para la ejecución, Damiens dijo “La jornada será dura”.