Cuando llega el mes de julio, los colores rojo y blanco lucen gallardos en las fachadas de las oficinas públicas y hogares. También, en los vehículos ondean banderines bicolores haciendo juego con las escarapelas que resaltan en las solaperas de los sacos. Se nota que el cariño y respeto a nuestra patria es uniforme. No hay un solo ciudadano que no se sienta comprometido con el homenaje a la Independencia del Perú, que ocurrió el año 1821, con San Martín. Y, se consolidó con Simón Bolívar, en 1824.