En medio del desplome de la legitimidad de las instituciones, de la exaltación frente a una serie de demandas sociales y considerando que quienes están llamados a conducir los procesos -los políticos- están en el desprestigio total, se abren tantas esperanzas como temores para lo que ocurra con las elecciones de este domingo, donde se debe elegir si Chile inicia el camino hacia una nueva Constitución.