Anubis, el dios chacal, es el encargado de conducir al difunto a la sala de la Doble Maat o de las dos verdades.
Pasada la prueba, el difunto era presentado triunfalmente por Horus, el de cabeza de halcón, a su padre Osiris, el rey de los muertos. Este aparece momificado y portando el báculo y el látigo, símbolo del poder soberano. Su trono se levanta sobre el lago de natrón del que emerge la flor de loto con los cuatro hijos de Horus