El motor para mantenerme en pie ante la adversidad es un propósito claro del ¿por qué? y ¿para qué? elegí mi profesión. Si actuamos desde la nobleza de dejar una semilla idealmente en alguien más. Eso nos va a nutrir por más tiempo que accionar desde las necesidades del ego.
El ego busca el reconocimiento y el propósito busca el crecimiento colectivo para todos y todas