En ocasiones ante la incertidumbre de la vida, se buscan puentes que unan a algún poder que ayude a subsanar las dificultades, bien sea dioses o demonios, es el punto donde los senderos son infinitos.
La búsqueda exterior, es divagar en la oscuridad, girando eternamente en un círculo perpetuo.
Pero, la magia, el poder supremo de la naturaleza con el cual ha sido dotada la humanidad, es algo, que está dentro de cada uno, la fuerza poderosa de "SER" la convicción de la fuerza espiritual.
La magia, se debe aprender a usar, es el momento donde las sacerdotisas y sacerdotes guían al iniciado en su auto descubrimiento, dando a conocer las fechas sagradas, fases lunares, plantas y elementos mágicos, control de las emociones, uso de las mancias.
A través de la historia, el poder ha pasado de generación en generación y, quien lo descubre, encuentra internamente, lo que en su afán buscaba en el exterior, el máximo poder.
