"¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos. Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión. "
Salmos 19:12-13
Muchas veces vamos por la vida tomando decisiones con base en nuestro "mejor saber o entender"; tomamos decisiones pensando que eso o aquello es lo mejor para nosotros, sin poder vislumbrar el fin y las consecuencias de eso; y otras ocasiones aún "medio" sabiendo lo que deberíamos hacer, somos medio necios y tercos en hacer nuestra voluntad a pesar de todo, sin saber que esas decisiones ocasionarán el principio de nuestra ruina.
Pero ¿sabes algo? Cuando tu y yo somos honestos en querer realmente conocer lo que Dios quiere para nosotros, y realmente estamos dispuestos a hacer lo que Él tenga, entonces estaremos en una condición de ser guiados hacia el camino indicado. El Rey David en este Salmo 19 nos indica la actitud que tu y yo debemos tener al enfrentar cada decisión en la vida. El Rey David era alguien honesto que quería buscar esa voluntad de Dios para hacerla; no quería salirse de ese camino. Su primer petición fue: "Muéstrame lo que no esté bien"; David reconocía que hay muchas cosas que él no era consciente y que podían hacerlo desviarse, y el sabe que Dios es el único que podía mostrarle el error y guiarlo al rumbo correcto. Su segunda petición: "Guárdame de aferrarme a mi voluntad y a cosas que yo sé que no están bien (soberbias); guárdame de querer salirme con la mía"; David reconocía que era un hombre débil, lleno de imperfecciones y tentaciones que podían hacerlo pensar que él tenía un mejor camino que el que Dios le estaba mostrando, pero que al final yendo por ahí, esas decisiones lo iban a dejar quebrantado, vacío y apartado de Dios y de su gozo.
En esta vida solo hay dos maneras: TU manera o la manera de Dios; no hay más. Si tu realmente eres honesto en reconocer lo que buscas y realmente quisieras caminar hacía el rumbo correcto, tu puedes presentar ante Dios esta misma oración que David, con un corazón dispuesto y podrás ver como Dios va enderezando tus pasos hacia el propósito que Él tiene para tí. Dice Jesús: "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida" (Juan 8:12). ¿Quisieras empezar a disfrutar una vida así? ¿Quisieras empezar hoy?
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