"Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis"
Jeremías 29:11 📖
Todo mundo somos unos "expertos" y un "eruditos" al tomar decisiones, hasta el día en que nos metemos en problemas (o por lo menos así piensan muchas personas). Aún cuando hablamos de dirigir nuestras propias vidas pensamos que nadie esta tan bien capacitado como nosotros mismos, y decimos de manera firme que no necesitamos de nadie (incluso, ni de Dios). Nuestro orgullo se levanta la mayoría del tiempo y nos creemos capitanes en nuestro barco, hasta el día en que llega la primer tormenta y todo resulta peor de lo que podríamos imaginar. Ese día gris, andamos buscando culpables (como solemos hacer muchas veces) y aún osamos levantar altivamente nuestra mirada para culpar a Dios, por las malas decisiones que tomamos, cuando en realidad solo se cumple lo que esta escrito: "Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará" (Gálatas 6:7).
Pero ¿sabes algo? Si desde el inicio hubiéramos considerado el camino diferente que Dios nos ofrece, y dejáramos de verlo a Él como "nuestro enemigo", y dejáramos de ver su voluntad como "medicina de mal gusto", realmente podríamos experimentar una vida diferente. Es cuando realmente conocemos a Dios que podemos confiar que realmente Él es alguien de fiar, alguien que tiene un genuino interés por nuestro bien y que además nos ama a tal grado que ha hecho todo lo posible para acercarse a nosotros (hemos sido nosotros los que lo hemos dejado fuera). Tu y yo podemos comprobar esto a través de la vida de muchos hombres y mujeres de la Biblia, que dan testimonio por sus propias vidas respecto a Dios, como alguien al que tu y yo podemos confiarle nuestra vida sin vacilar y por quien podremos disfrutar de "esos pensamientos de paz y no de mal, y darnos el fin que esperamos" (Jeremías 29:11).
El ejemplo perfecto de esto es la nación de Israel, en la época del profeta Jeremías. A pesar de ellos, que se olvidaron de Dios, y a pesar de haberlo ofendido tantas veces y haberlo tratado como basura, y a pesar de haberlo señalado de manera cruel como alguien poco confiable y malvado, Él les extiende nuevamente sus promesas, y promete estar ahí para ellos, permitiéndoles disfrutar una vida nueva: "Pensamientos de paz", si ellos quisieran. Ellos estaban sufriendo como nación, pero Dios podía cambiar el panorama si ellos estaban dispuestos a volverse a Él.
Lo triste de la nación de Israel es que nunca creyó en esta promesa, y por lo tanto los libros de historia nos cuentan su tragedia; pero esto NO tiene que ser lo mismo para ti hoy. Dios tiene pensamientos de paz para ti, si tu estas dispuesto a confiar en Él y estas dispuesto a volverte a Él. La historia no tiene porque ser la misma; tu puedes el día de hoy decidir algo diferente. Dice la Biblia que "Jesús vino a buscar y salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10), por lo tanto por más lejos que estés, por más perdido que creas que estás, y por más tiempo que hayas dejado pasar, Él te anda buscando hoy y quiere traer a tu vida un nuevo comienzo, un nuevo propósito, haciéndote disfrutar esta vida de paz que solo Él te promete. Solo tienes que venir a Él, y esa decisión puedes hacerla el día de hoy: Solo mira a Jesús y confía en Él.
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"
Juan 3:16
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