"Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla. Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo: ¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel."
Jeremías 18:3-6
¿Hay en tu vida alguna carga que vienes arrastrando? ¿Algo con lo que estés luchando el día de hoy? ¿Algo que pienses que en tu vida no tiene remedio o es imposible dejar atrás? Es a ti a quién Dios quiere darle esta dulce promesa el día de hoy, que pudiéramos parafrasear así: "Por más roto que estés, aún hay algo que YO quiero y puedo hacer". Sin importar tu pasado, ni lo complejo de tu situación, aún tiene remedio, y aún existe esperanza en las manos del Especialista. Así como una vasija que esta siendo formada en manos del alfarero y que pareciera verse de vez en cuando como deformarse, no hay nada que un poco de trabajo en la rueda, y de sus manos cuidadosas no pueda lograr. Esto no depende de tus fuerzas ni capacidades, sino de quien es al que le estas dando la oportunidad de trabajar. Él puede darte un nuevo comienzo y moldear tu vida desde cero, para darle un nuevo sentido, y una llenura hasta quedar satisfecho. Dice Jesús: "Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás" (Juan 6:35). ¿Quisieras volver a empezar? ¿Quisieras darle una oportunidad? Ven a Jesús y experimenta verdaderamente lo que es un nuevo comienzo. Jesús dijo: "...al que a mí viene, no le echo fuera" (Juan 6:37).
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