Otro concepto que nos ha vendido la cultura es que querer merecerme lo mejor, considerarme lo más importante, ponerme adelante y no descuidarme son actitudes de egolatría. Valorarme como individuo o dentro de un grupo, entrenándome en la capacidad de asumir compromisos me llevarán a tener como resultado unas relaciones de amor y un alto nivel de satisfacción.