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pereza es considerada por la moral cristiana como uno de los siete pecados capitales, es decir, como fuente de otros muchos vicios y pecados.
Sin embargo, todos en más de una ocasión hemos sucumbido a ella irremediablemente. La pereza utiliza el recurso de la procrastinación, alargando de forma indefinida la tarea
Suele ir ligada a la falta de motivación, a la poca claridad en los objetivos o a la inexistencia de resultados. Falta de motivación, sentimiento de incapacidad, un conflicto entre lo urgente y lo importante y algunas cosas más. Generalmente somos perezosos con aquellas cosas que no nos gustan mucho o que nos desagradan.
Tras la pereza se esconde un ahorro de energía desde el punto de vista evolutivo. Nuestra especie ha tendido a ahorrar energía; es decir, la pereza, o más bien esa inmovilidad que a veces nos caracteriza, es algo que hemos heredado de nuestros antepasados. HOLGAZANEAR con mayúsculas. Me encanta esa palabra y esa acción. Lo que hay que hacer para no hacer nada, que en el fondo, es hacer.
También puede esconderse tras la pereza el miedo. Temor a no cumplir aquello que nos habíamos propuesto, miedo a fallar, temor a no ser lo que otros esperan, angustia por tener que enfrentarnos a eso que no controlamos… O como síntoma de la depresión: la pereza es un síntoma recurrente y tenemos que ir con ojo si va acompañada de otros síntomas como la desesperanza, la negatividad y los pensamientos fatalistas.
Los aspectos positivos, un montón: holgazanear y tener largos descansos optimiza la hormona del crecimiento, especialmente durante la adolescencia.
más tiempo divagando sin preocupaciones favorece la creatividad.
un largo descanso puede ayudar a refrescar las ideas a la vez que disminuye el estrés, favoreciendo la capacidad de nuestra memoria.

Claves para superar la pereza

- Póntelo fácil: Si algo te cuesta trabajo, déjalo todo preparado con anterioridad para que te resulte más fácil comenzar.
- Exceso de análisis te lleva a la parálisis: Si le das vueltas seguro que encuentras un millón de excusas perfectas para no hacer ná.
- Descansa e intenta llevar una vida saludable: Una dieta saludable y la práctica de ejercicio favorecen la buena disposición y la energía.
- Círculo virtuoso: Anota las pequeñas victorias, reconoce tus logros y agradece tu esfuerzo.

De procrastinar ya si eso, lo escribo mañana.