En los momentos más difíciles de mi proceso vocacional, María ha estado presente en cada uno y aún sigue manifestándose, cada vez que la invoco o aunque no la invoqué se que ella esta conmigo, porque siempre me lleva al encuentro de su Hijo Amado Jesús. En mi historia vocacional, les comparto un ejemplo de la presencia de María y de cómo me ayudo a descubrir mi llamado, no sólo eso si no también aceptarlo.