El 8M visibiliza la desigualdad que persiste en Chile. Aunque leyes como la Gabriela y la de Igualdad Salarial han marcado avances, el aumento de femicidios frustrados y la brecha salarial del 20,4% evidencian que aún falta mucho por hacer. La clave está en implementar estas leyes de forma efectiva y en promover una cultura de respeto y equidad de género que transforme la sociedad.