El anuncio del Presidente Boric de terminar con el CAE promete un cambio histórico para millones de deudores en Chile, pero ¿es realmente el fin de las deudas o solo una ilusión? Mientras el nuevo sistema FES se presenta como la solución, muchos temen que no alcance para garantizar una educación de calidad sin hipotecar el futuro del país. Las dudas sobre la viabilidad económica, el impacto en las universidades y la verdadera capacidad del Estado para financiar el sistema plantean una pregunta crucial: ¿Estamos ante el inicio de una educación más justa o frente a un nuevo ciclo de promesas incumplidas?