La llegada de Sushila Karki como primera ministra interina de Nepal es un hecho histórico, pero tras esa conquista yace un costo desgarrador: 72 muertos, más de 2 mil heridos y edificios simbólicos reducidos a cenizas. La llamada “Revolución Z” demostró el poder de la juventud para torcer el rumbo político, pero también el peligro de una rabia sin freno. Lo que hoy arde en Katmandú es un espejo que refleja preguntas incómodas para Chile. Ya vivimos nuestro propio estallido y conocemos sus cicatrices. La interrogante sigue abierta: ¿hasta dónde el fin justifica los medios?