En mundo antropocentrista y materialista, las palabras de Pablo en 2 de Corintios, en los capítulos 8 y 9, son realmente confrontadoras, ya que nos enseñan que dar con generosidad no es acerca de la capacidad de uno o el poder económico, sino que se trata de un corazón transformado por la gracia de Dios. Recordemos que esta gracia de dar es un privilegio al cual Dios nos ha hecho participes.